El problema con la salud mental en los trabajadores de la construcción.

El problema con la salud mental en los trabajadores de la construcción.

La industria de la construcción es considerada como la más riesgosa en Norteamérica al ocupar el primer puesto de defunciones causadas por accidentes según los datos recabados por la «Administración de seguridad y salud ocupacional» de Estados Unidos. Sin embargo, no es su único problema ya que también se encuentra dentro del segundo puesto en tasas de suicidio y es sólo superada por la industria minera.

La salud mental de los trabajadores de la construcción, minería y afines presentan una alta tasa de suicidios que se traduce en un problema grave que debe abordarse desde todos los puntos posibles destacando la posición del empleador y del ambiente laboral.

Las altas expectativas de producción, la alta presión laboral sobre los trabajadores para cumplir plazos son algo común en esta industria y de acuerdo al CDC (Centro de control y prevención de enfermedades) los trabajadores varones de la construcción tienen una tasa 65% superior de suicidio en comparación con todos los varones restantes.

Algunas características han sido destacadas por ser asociadas al riesgo de suicidio:

-Trabajadores poco calificados o capacitados para sus puestos.
-Trabajadores con niveles de educación inferiores a la media.
-Estatus económico relativamente bajo.
-Estrés laboral constante.
-Baja o nula supervisión laboral, así como una deficiente relación social con otros trabajadores.
-Inseguridad laboral.
-Acceso a medios letales.

¿Qué factores se asocian a mayor riesgo de suicidio en la industria constructora?

Alta presión laboral: Surge cuando se opera a través de plazos estrictos para finalizar una actividad algo considerado como muy común en la industria constructora, además puede agravarse por algunas empresas que suelen imponer multas por el incumplimiento de labores en un determinado tiempo, presión administrativa, complicaciones del sitio de trabajo, etc.

-Trabajos en zonas remotas: Es bien conocido que la industria constructora requiere de una fuerza laboral que se traslade a ubicaciones remotas, esto se traduce en la mayoría de los casos en separar al trabajador de su familia o amigos lo que conduce a una vida en solitario durante periodos de tiempo que pueden ocasionar problemas de pareja, crianza o que surjan hábitos como el abuso de sustancias o problemas de salud mental que pasan desapercibidos la mayor parte del tiempo para los seres queridos del trabajador.

-Temor a ser juzgados: La industria constructora es dominada en su mayoría por hombres, los cuales en ocasiones pueden omitir hablar sobre su salud mental o no expresar adecuadamente su depresión o pensamientos, ocultar emociones que deparan en aislamiento o exclusión, todo ello por el miedo a parecer débiles ante sus compañeros o ver comprometida su masculinidad ya que la imagen asociada a la construcción en el medio social es la de un «tipo duro».

-Dependencia a opioides: El riesgo laboral de la industria constructora produce una tasa de lesiones hasta 77 veces mayor en comparación con otras ocupaciones puede conducir al tratamiento de las mismas con opioides para reducir el dolor, de hecho en EUA la industria constructora es la de mayor uso de opioides recetados. Este uso de medicamentos puede derivar en una sobredosis con efectos mortales.

¿Qué estrategias de prevención se deben implementar?

Los empleadores de la industria constructora deben tener como meta eliminar el tabú sobre los problemas mentales entre sus trabajadores e implementar las condiciones necesarias para la apertura al dialogo, así como capacitar empleados con habilidades personales para sentirse cómodos buscando ayuda profesional.

A grandes rasgos se debe centrar en:

-Cultura de apoyo a los problemas de salud mental.
-Programas de asistencia a empleados.
-Implementar recursos para obtener ayuda profesional entre empleados.

¿Cuáles son las señales de advertencia?

-Abandono habitual del desempeño de funciones de forma deliberada e incremento en el número de retardos.
-Disminución de la productividad laboral.
-Deficiencia de confianza en el trabajador.
-Reducción significativa de la comunicación con otros compañeros de trabajo.
-Notorios signos de abuso de sustancias.
-Agitación recurrente sin causa aparente.
-Desobediencia ante protocolos de seguridad, así como el uso de protección personal, recomendaciones de trabajo, etc.
-Auto segregación social en actividades cotidianas como la comida, reuniones o convivios.

Para mayor información consulta:

https://www.osha.gov/preventingsuicides

https://coronavirus.gob.mx/salud-mental/